Durante la Segnda Guerra Mundial, el nazi también expolió los viñedos más prestigiosos de Francia. Parte de la colección se ha encontrado.
A hermann Göering, ministro del Aire del Gobierno nazi la gustaban las obras de arte, los uniformes recargados, los banquetes...y también los buenos vinos.
Durante sus estancias en París vació las bodegas de los restaurantes parisinos como Le Tour dÄrgent. Compró vinos a precio muy ventajoso en la región de Burdeos o simplemente dijo a los S.S que los confiscaran, siempre que los dueños de las bodegas fueran judíos. Fue completando una maravillosa colección con maravillas enológicas confiscadas a los Rothchild. Ahora, 70 años después de su suicidio durante los juicios de Nüremberg ha aparecido su colección de grandes reservas. Están en una gelaría de las bodegas Cricoba, en Moldavia. Botellas de Chateau Mouton Rothchil Paullac, cosecha de 1936, o de Richeborg de la Domeneé Conti, cosecha de 1935, caldos franceses, vinos de Mosela, Tokay húngaro, añadas protuguesas, italianas, etc...
Este tsoro fue confiscado por los soviéticos de un pabellón de caza que el jerarca nazi tenía cerca de Könisberg ( hoy Kaliningrado). Los soldados rusos se dieron un banquete con los caldos antes de embarcar las barricas en camiones militares y volver a casa. Una parte se envió a Moscú, otra se envió a Moldavia y otra estaba en Crimea, donde se vendimian los caldos Massandra.
Vasili Petrovich Topal, extrabajador de la bodega Cricova, cuenta que en los setenta recibió orden de sus superiores de desembarazarse de parte de la colección Göering. Tiró los blancos alemanes, que se habían avinagrado, y se organizó una cata para los trabajadores de la bodega. Se vaciaron unos 50 botellas. Otras botellas de la colección han sido paladeadas por hombres como Mikhail Gorgachov o Vladimir Ptin. Hoy, las bodegas Cricova conservan mas de 600 botellas de la colección Göring, pero puede haber más que los almacenadas en los Países del Este.
Jean Marc Dreyfuss, profesor de Historia de la Universidad de Manchester y autor de un catálogo de todas las obrasde arte expoliadas por Göering, habla de ofertas de envío en "diez días"de botellas de la colección de GÖering a aquellos que den la puja más alta. ¿Son auténticas? "Puede que sí. Stalin también arrambló con cosas de los territorios que el Ejército Rojo ocupaba y jamás pensó devolverlas. Para él eran trofeos de guerra, una compensación por el destrozo que habían sufrido los bienes culturales rusos durante la ocupación alemana. Cualquiera pudo coger de las mansiones donde se alojaban los oficiales rusos lo que le vino en gana".
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