jueves, 10 de octubre de 2019

Antes del KGB....

El 13 de marzo de 1954 nació el Comité Para la Seguridad del Estado, más conocido como el KGB. Fue un servicio de Inteligencia tan temido y tan importante que tras su disolución en 1991, a sus sucesores, el FSB y el SVR, el ciudadano ruso de a pié los sigue llamando el KGB. Para entender el espíritu de las relaciones de los rusos con el poder, tanto si lo detentan como si no, hay que sumergirse en las organizacones de seguridad que precedieron a la KGB.


El primer zar ruso fue Iván el Terrible (siglo XVI). Es el creador de una organización pionera, más o menos estructurada, en los comienzos de la historia del espionaje institucionalizado: la Oprichnina. Era una organización formada por boyardos cuyo deber era proteger al zar de intentos de asesinato y conspiraciones. Había que sacar a los rusos desleales de sus madrigueras y aniquilarlos. Antes incluso de que tuvieran la oportunidad de pensar en ser desleales con el zar.

En aquellos tiempos, los enemigos eran los nobles y las clases pudientes, por lo que el zar exigía a sus agentes lealtad a su persona, y no a Rusia. En principio eran mil hombres, pero como todo tirano que se precie, el zar Iván se pasaba el día reprimiendo conspiraciones e imaginándose otras en sus ratos libres, por lo que pronto la Oprichnina contó con seis mil hombres.

Todo sospechoso de querer enfrentarse al zar era reprimido. Y si las sospechas recaían sobre una stanitsa - una aldea-, los boyardos de la Oprichnina se convertían en incendiarios, asesinos de masas y violadores para que otras aldeas no se enfrentasen al zar por pánico. El emblema de la organización era una cabeza de perro y una escoba,que representaban el trabajo de investigar, husmear el rastro de los traidores, y barrerlos del mapa.

Pedro I el Grande (finales el siglo XVII y principios del XVIII) creó la Preobazhenky, cuya misión era perseguir a los disidentes que se refugiaban fuera de Rusia. Además de la represión de los opositores a la política de los Romanov, la Preobazhensky se encargaba de torturar a los ciudadanos con información sensible sobre temas que interesasen al Gobierno para que contaran lo que sabían. Los derechos humanos no eran el punto fuerte del Gobierno de los zares.

En 1881, el carruaje del zar Alejandro II fue volado con una bomba matando al monarca. El nuevo zar, Alejandro III decidió que eso no iba a volver a pasarle a un zar, así que creó la Okhrana, con la misión de perseguir anarquistas y socialistas en general, y a todo aquel que se opusiera a los intereses políticos de la familia imperial en general. Las penas iban desde la prisión, los trabajos forzados en Siberia o la ejecución. Pero la verdad eran los funcionarios de la Okhrana los que decidían tras un interrogatorio a golpes que se hacía con los reos.

A principios del siglo XX la Okhrana usaba el chantaje, los dobles agentes, la filtración de información falsa y la infiltración de agentes en los grupos de los primeros bolcheviques. También operaba en los países enemigos buscando información militar y tratando de intoxicarles sobre sus propias actuaciones. Chantajearon a causa de su homosexualidad a Alfred Redl, el militar jefe del contraespionaje austriaco. Este pasó información a la Okhrana mientras vivia a todo tren. Cuando sus compañeros le descubrieron, estos le ofrecieron una pistola con una bala para suicidarse como alternativa al escándalo y a  la expulsión del Ejército.

La Okhrana fue disuelta por el Gobierno Provisional de Alexander Kerenski, tras la abdicación del zar Nocolás II el 2 de marzo de 1917.

Los comunistas de Lenin se encontraron con el problema de combator en el exterior las acechanzas de los agentes británicos y en el interior, las intrigas de otras facciones que queríandesplazar a los bolcheviques del poder, entre ellos los mencheviques, las tropas blancas y los eseristas. Por eso copiaron la idea de lealtad personal de los agentes al Comité Central, y no a Rusia, y los métodos represores violentos a la hora de crear la Cheka. La dirigía Féliz Dzerzhinski, el jefe de seguridad y gardaespaldas de Lenin, que había huído de la Okhrana en el pasado.

La Cheka se incautó de la sede de una compañía aseguradora en Lubianka y la convertió en su sede y en su cárcel especial. Felix Dzerzhinski contrató muchos delincuentes para hacer los interrogatorios, a los que se les solía ir la mano. Como el objetivo de la Cheka era aterrorizar a la población, los reos condenados eran ejecutados después de una humillación publica. En Siberia los verdugos los rociaban con agua helada en invierno hasta que morían de una hipotermia. Las envidias y las delaciones secretas bastaban para que un rival acabara en los sótenos de la Lubianka.

Tras una breve actuación del OGPU, Stalin crea el 1934 el NKVD, el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos. A las labores de inteligencia interior, contrainteligencia, inteligencia experior, seguridad de las autoridades e investigación policial, sumaron las de vigilancia fronteriza, contraespionaje militar y seguridad de prisiones, entre las que se encontraban los Gulags, los campos de trabajos forzados.

Antes y durante la Segunda Guerra Mundial opero la Orquesta Roja, cuya misión era obtener información en la Alemania nazi, dirigida por Leopold Trepper. La red consiguió incluso saber la fecha en que, sin previo aviso, Alemania invadiría la Unión Soviética. Sin embargo, terminada la contienda, Trepper regresó a Moscú, fue condenado a 15 años de prisióny le obligaron a exiliarse.


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