Entre los pilotos de bobardero estadounidenses que se arriesgaron en las misiones de bombardeo sobre Alemania se hallaban tres importantes actores de Hollywood. James Stewart, que había rodado con Frank Capra !QUÉ BELLO ES VIVIR! era oficial de un escuadrón de bombarderos en 1943.
Dadas su capacitación, sus mervios de acero durante las incursiones, y sus dotes para el mando, primero lo ascendieron a mayor. Al final de la guerra ya era coronel. Fue condecorado conla Cruz del Aire, una delas máximas disticiones para los aviadores de combate estadounidenses. Stewart solía encarnar en las pantallas a personajes bonachones y entrañables. Los pilotos de caza alemanes no tenían esa imagen de él, desde luego.
Clark Gable - el protagonista de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ- no solo era segundo teniente en un bombardero B-24, sino que accedió a rodar una película de propaganda sobre los éxitos de los pilotos de bombardero sobre Europa. La rodó y produjo en 1942. Se llamaba COMBAT AMÉRICA.
Aunque por su edad, 41 años, no estaba obligado a jugarse la vida sobre los cielos de Europa, participó en cinco incursiones sobre Alemania, siendo alcanzado su avión en una de ellas, hazaña por la que fue condecorado. En 1943 se le indicó que ya no arriesgase su vida y regresase a los Estados Unidos.
Cierra este trío de guerreros aéreos Christopher Lee. Fue piloto de caza de la RAF. Transferido a Rodhesia, en áfrica Austral, fue retirado del servicio activo cuando comenzó a sentir fuertes mareos y dolores durante un vuelo de reconocimiento.
Muy abatido, Lee solicitó que lo transfirieran a la Inteligencia Aérea. Sus superiores accedieron y lo transfirieron como espía de contraespionaje a Suez, donde colaboró para que el Afrika Korps no avanzase hacia Egipto. Después fue enviado a Malta para que ayudase a coordinar las acciones aéreas de la invasión de Sicilia. Terminada la Guerra fue dado de alta del servicio con el grado de capitán de vuelo en 1946.
Clark Gable - el protagonista de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ- no solo era segundo teniente en un bombardero B-24, sino que accedió a rodar una película de propaganda sobre los éxitos de los pilotos de bombardero sobre Europa. La rodó y produjo en 1942. Se llamaba COMBAT AMÉRICA.
Aunque por su edad, 41 años, no estaba obligado a jugarse la vida sobre los cielos de Europa, participó en cinco incursiones sobre Alemania, siendo alcanzado su avión en una de ellas, hazaña por la que fue condecorado. En 1943 se le indicó que ya no arriesgase su vida y regresase a los Estados Unidos.
Cierra este trío de guerreros aéreos Christopher Lee. Fue piloto de caza de la RAF. Transferido a Rodhesia, en áfrica Austral, fue retirado del servicio activo cuando comenzó a sentir fuertes mareos y dolores durante un vuelo de reconocimiento.
Muy abatido, Lee solicitó que lo transfirieran a la Inteligencia Aérea. Sus superiores accedieron y lo transfirieron como espía de contraespionaje a Suez, donde colaboró para que el Afrika Korps no avanzase hacia Egipto. Después fue enviado a Malta para que ayudase a coordinar las acciones aéreas de la invasión de Sicilia. Terminada la Guerra fue dado de alta del servicio con el grado de capitán de vuelo en 1946.
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