domingo, 26 de abril de 2020

Hollywood, 1921. El nacimiento del star system.

1921. Una multitud histérica se concentra delante de una funeraria situada entre las calles 65 y Broadway. Cien policías han sido destinados para que la multitud no trate de entrar en el edificio dode se halla de cuerpo presente, muerto a los 38 años, Rodolfo Valentino. En Londres una muchacha ha ingerido veneno. Su cadáver ha aparecido abrazada a una fotografía autografiada de Rodolfo Valentino. Un botones del Ritz de París ha aparecido muerto en una especie de santuario con docenas de fotografías del galán del cine romántico.

Esto marca un antes y un después en la industria del cine. Antes la película era un producto y el actor un mero empleado. Pero con la aparición del primer plano, una ventaja que no tenían las obras de teatro, la gente empieza a consmir la imagen de los actores y actrices. Las mujeres copian el peinado a lo bob de Olive Thomas (THE FLAPPER, 1921) e imitan el estilo de vida de los adolescentes de THE YOUTH FLAMMING, (1923), protagonizada por Colleen Moore. La película muestra a jóvenes con faldas por encima de la rodilla, fumando, bebiendo, compartiendo el espacio con los hombres y rompiendo cn la cultura de sus padres a través de la música jazz.

De todas maneras este fenómeno del famoso estrella empieza a aparecer junto con los modernos medios de masas. Lindbergh pasa de ser un oscuro piloto de correos a ser una estrella tras cruzar el Atlántico en 1927. El boxeador de los pesos pesados Dempsey no puede salir a la calle tranquilo a causa de los admiradores hasta que pierde su título en 1926. Babe Ruth, la estrella del beisboll lo tiene peor. En 1927 hace más home runs que nadie en Nueva York, un récord que no será superado hasta 1961.

Las personas empiezan a leer sobre los actores en revistas como PHOTOPLAY. En el lado negativo, los escándalos a causa del comportamiento poco ejemplar de algunas de las estrellas de la época, como es el caso de la supuesta violación de Virginia Rappe a manos de Fatty Arbuckle, o la muerte por sobredosis de morfina del galán Walace Reid llenan las columnas de escándalos de Louelle Thomas y Walter Winchell.

La respuesta no se hace esperar. El actor se converte en su propio producto en aras de la incipiente sociedad de consumo y está obligado a encajar en cierta imagen. Los estudios les hacen formar contratos en los que se incluye un código de conducta apropiado. Aparece el Código Hays, que impide que los espectadores vean desnudos frontales de las actrices, con la amenaza de ser incluídos en las listas negras de los estudios. Asuntos como el crimen organizado como tal o los westerns donde no existe un orden establecido en la historia quedan totalmente vetados.

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