Los basters.

Demasiado negros para los blancos, demasiado blancos para los negros. Los basters de Namibia son descendientes de colonos europeos y mujeres nativas. Desde el siglo IX luchan contra la marginación y por corservar sus tradiciones.

Wilhelm Theron es un granjero baster. Su propiedad, donde cría vacas y cabras, tiene 1500 hectáreas. No hay cobertura telefónica. La electricidad procede de un generador. En estas montañas semiáridas, polvorientas, viven 35.000 mestizos basters. La palabra viene del holandés "bastaard", bastardo, pero ellos la asumen con orgullo.

Los antepasados varones de esta etnia eran comerciantes, soldados o granjeros blancos procedentes de Escocia, Holanda e Inglaterra. La mayoría de ellas escogieron como compañeras sentimentales a mujeres negras, la mayoria de la etnia nama.

Los hijos de estas parejas dejaron atrás El Cabo en Sudáfrica hacia 1840 porque en ese país los mestizos no podían comprar tierras. Se instalaron en Rohoboth, a 70 kilómetros de Windhoek, la capital de Namibia, por entonces una colonia alemana. Allí lucharon hacia 1890 contra los hereros, unos negros de la etnia bantú.

Tras la Primera Guerra Mundial, los diplomáticos reunidos en París decidieron que Namibia, una colonia de los perdedores fuera administrada temporalmente por las autoridades sudafricanas. Los boers se lo tomaron como una autorización para anexionarse Namibia como una provincia más.

Los basters recibieron durante el apartheid (1948-1994) la misma consideración que las otras etnias de color. No podían entrar en los barrios blancos, no podían estudiar en las mismas escuelas que ellos ni comprar en las mismas tiendas. Granjeros negros solo los había allí donde las tierras eran comunales. Los basters negociaron con las autoridades sudafricanas y se llegó al acuerdo de que se haría una excepción con las granjas de la localidad de Rehoboth. El "capitán", una especie de alcalde, asesorado por un Consejo gobernaría la población, bajo una cierta autonomía.

Cuando en la década de 1990 el apartheid empezó a hacer agua a causa del final de la Guerra Fría y la presión internacional esta autonomía llegó a su fin. Los basters empezaron a competir con grupos étnicos más numerosos como los owambo.

Ahora cualquiera puede instalar en Rehoboth. Los mismos basters están divididos entre los que insisten en su status anterior a 1994 y los que desean integranse en una Namibia más plural. De todas maneras, algunas tierras están reservvadas exclusivamente para algunos miembros de étnias negras.