El Síndrome de Estocolmo.

Este transtorno asociado al stress por cautiverio entre los humanos tiene su origen en el atraco por parte de Eriff Olofsson de un Banco de Crédito en 1973. Este convirtió en rehenes a los empleados del banco, tres mujeres y un hombre. Exigía la presencia de un compinche encarcelado y una cantidad económica, así como un medio de transporte para abandonar el país.

Cuando terminó todo una de las cajeras, Kristin Enmark afirmó haberse enamorado de Erik, y que incluso quería acompañarlo en un viaje por el país. Los otros tres rehenes afirmaron que no se sentían intimidados por Erik Olofsson sino que la Policia era la que les causaba miedo. En lo que el psiquiatra Bejarat consideró un trauma causado por la situación de stress en la que se identifica el rehén con los intereses del agresor en su intento de salir de la situación ileso, podemos entender que ni Erik ni Kristín, ni nadie de los presentes, quería que les alcanzase una bala durante un tiroteo con la Policía.

Al año siguiente, en 1974, Patricia Hearts, hija del magnate de los medios de comunicación estadounidense, fue secuestrada por el Gripo Simbiótico de Liberación, uno de los numerosos grupos terroristas contraculturales del país durante aquellos tiempos. El padre ofreció un rescate de 6 millones de dólares pero no obtuvo la liberación de su hija. Es más, el FBI le mandó imágenes de Patricia asaltado el Banco de Inversiones de Hibernia (San Francisco). Fue capturada en un piso franco del grupo terrorista. La mayor parte de sus integrantes habían muerto en el incendio de otro piso franco aún mayor, provocado por el FBI.

En el juicio, Patricia Hearts declaró que había sido sometida a abusos físicos y tocamientos por parte de algunos integrantes del Grupo Simbiótico de Liberación y había empezado a colaborar con ellos para sobrevivir. La Fiscalía de San Francisco la condenó a 7 años de cárcel pero el presidente Carter solicitó que fuera liberada en 1979. Fue indultada durante las últimas semanas del mandato del Presidente Clinton.