jueves, 28 de mayo de 2020

GLOW,la serie de Netflix. Las chicas son guerreras.



Hacia la segunda mitad de los 80 parecía que ser adolescente y estar en la pubertad te daba un montón de oportunidades. Parecía que había todo un sinfín de oportunidades jugando a videojuegos de lucha en las salas recreativas. Y luego veíamos esos mismos combates por la televisión, con los disfraces, el teatrillo, las piruetas. Parecía como un videojuego llevado al mundo real. Por supuesto se trataba de hombres jóvenes superhormonados, que parecían salidos de una película de Conan.

En 1986 a alguien ( seguramente un hombre) se le ocurrió la idea de entrenar a un grupo de actrices, cantantes y modelos para que luchasen en el ring. Solamente tenían que interpretar un papel, luchar un poco y cantar a coro. Se supone que era más diversión asegurada para esos chavalitos con acné que eramos por entonces. Pero el caso es que estas mujeres, que no encontraban trabajo en las pasarelas o en los sets de rodaje, que no pretendían cambiar el  mundo, demostraron que las mujeres podían pelear y hacerlo bien.

GLOW está ambientado en 1985. Ruth Wilder acaba de ser rechazada en la enésima audición y le quedan 83 dólares en su cuenta corriente antes de renunciar a ser actriz y volver a casa de sus padres, con el rabo entre las piernas. Acude a otra audición en un gimnasio donde un productor, Sam Sylvia, les ofrece interpretar pequeños papeles antes de liarse a llaves entre ellas. Ruth es rechazada pero en la audición se encuentra con una antigua amiga, Debbie, que quiere arreglar cuenta con ella por acostarse con su marido. Las dos se enzarzan en una lucha de gatas y esa es la única razón por la que Sam decide contratarlas.

Ruth se convertira en Zoya Destroya. un personaje de rusa malvada que se ría de la sociedad capitalista y de Estados Unidos. Debbie representará los valores americanos como Belle Liberty. El caso es que el la serie original GLOW había una actriz que representaba a Ninotchka, una luchadora oficial del Ejército Rojo mientras había otra que respondía simplemente al  nombre de Americana. La segunda siempre ganaba a la primera.

Los combates de GLOW (1986-1990) siempre mostraban fantasías adolescente de maquinita arcade muy estereotipados. Demencia siempre aparecía entre musculosos camilleros que le quitaban una camisa de fuerza antes del combate. Metalera y Cadenera eran unas punks. Incluso había unas amas de casa con mascarillas faciales, Arly y Phillys.

Mientras tanto Capcom, una productora de videojuegos, debatía si incluir mujeres en los juegos de pelea. Las primeras fueron las acróbatas pandilleras de Final Figth, pero para curarse en salud, dijeron que en realidad eran travestis. Lo arreglaron, desde luego. A nosotros, los adolescentes, nos daba igual que fueran mujeres. No ibamos a sacudir a nuestras novias tras jugar a Final Fight.

Mas tarde se incluyó en Street Figther el personaje de Chun Li, que llevaba un quimono de lo más sigerente y sacudía a los personajes masculinos una patadas de órdago.

En nuestros días, en El Alto, Bolivia, hay un espectáculo de mujeres haciendo lucha libre con vestido de indias aymaras: las cholitas luchadoras. Sueles ser mujeres de clase trabajadora, muchas de ellas madres solteras, que se ganan un pequeño sobresueldo mientras trabajan en puestos callejeros de comida o ropa. GLOW y su espíritu están más vivos que nunca en Bolivia.

PARA VER:
https://www.youtube.com/watch?v=zB2A_Ibimt8 

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